La Iglesia católica ha visto durante muchos a?os el juego como un vicio menor. Sin embargo, lo están reconsiderando a raíz de aceptarlo y acceder a las apuestas deportivas. Un artículo de la prensa católica estadounidense analiza la evolución del sector del juego. Este destaca en particular la aparición de “plataformas como DraftKings”.
Las apuestas deportivas en Estados Unidos han experimentado un crecimiento explosivo, con una expansión del sector superior al 20% anual en los últimos cinco a?os. La Asociación Estadounidense del Juego (AGA) informa de un aumento del volumen total apostado. La cifra ha pasado de 6,7 mil millones de dólares en 2018 a 120 mil millones en 2023. En particular, USA Today informó que 67,8 millones de personas, una cifra récord, apostaron en el Super Bowl el febrero pasado.
El US Catholic afirmó que antes la Super Bowl era una excursión familiar con palomitas, perritos calientes y alguna cerveza. No obstante, ahora tiene una nueva dimensión. Hoy en día, los aficionados adultos pueden hacer apuestas sobre el partido desde los asientos, apostar por cualquier cosa, desde el próximo punto hasta el resultado final. En todo el país, los estadios están equipados con quioscos de apuestas, y las aplicaciones móviles permiten apostar en cualquier momento y lugar.
La expansión del juego legalizado se remonta a los estados que decidieron aprovechar el potencial de ingresos de las loterías. Fue una decisión que desplazó el juego de los márgenes de la sociedad a la corriente principal. Esta tendencia culminó con la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de 2018 de anular la Ley de Protección del Deporte Profesional y Amateur. Dicha ley había confinado en gran medida las apuestas deportivas a Nevada. En respuesta, 38 estados y el Distrito de Columbia han legalizado desde entonces alguna forma de apuestas deportivas. Por ende, ha dado lugar a una nueva fuente de ingresos significativa para los gobiernos. Se trata de una fuente de ingresos que crece rápidamente e incluso podría fomentar su propia forma de dependencia.
Costes ocultos de las apuestas deportivas
Los principales beneficiarios de esta rápida expansión han sido los operadores de apuestas, tanto físicos como digitales. Aun así, también las empresas de marketing que han conseguido normalizar las apuestas deportivas en la conciencia pública. Los gobiernos estatales y locales también se han beneficiado de la tendencia y recaudan ingresos fiscales a medida que se generalizan las apuestas deportivas. Pero en medio de este auge, queda una pregunta fundamental: ?quién protege a los vulnerables?
El artículo afirma que la adicción al juego, como cualquier otra adicción, puede consumir vidas. Las consecuencias de las apuestas deportivas afectan al jugador y a sus seres queridos, su economía y estado de ánimo. La investigación del Consejo Nacional sobre Problemas de Juego indica que el riesgo de adicción ha aumentado en un 30% entre 2018 y 2021. Ahora, aproximadamente 7 millones de estadounidenses luchan con problemas de juego.
La Iglesia ofrece una orientación limitada sobre el juego. El Catecismo de la Iglesia católica considera el juego un vicio generalmente aceptable, pero advierte que la “pasión por el juego corre el riesgo de convertirse en una esclavitud”. Además, afirma que el juego se vuelve “moralmente inaceptable” cuando priva a alguien de los medios para mantenerse a sí mismo o a los demás.
La preocupante realidad es que los peligros de ludopatía a menudo solo se hacen patentes cuando la persona ya está atrapada. Al proliferar las oportunidades de juego en Estados Unidos y la disponibilidad de Internet, lo que antes se consideraba una diversión inofensiva se ha convertido en un experimento peligroso para muchos.
Según US Catholic, la aceptación generalizada de las apuestas deportivas ha abierto la caja de Pandora cultural, sin tener apenas en cuenta la devastación personal y familiar que probablemente se producirá a continuación.
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